En el verano de 2006 rodé una de las rutas más chulas que se pueden hacer en los Estados Unidos de América, la Great Divide. El itinerario une las dos fronteras de los USA siguiendo la divisoria continental de aguas a lo largo de las Rocky Mountains. Una vez en Canadá puedes llegar hasta Jasper y continuar disfrutando de los glaciares más grandes de estas montañas. En fin, una ruta que tiene todo lo que busca un viajero en bici. De esta experiencia surgió la idea de hacer algo parecido en casa… Y ahí quedó la cosa.
Tras 10 años pedaleando por aquí, muchas rutas se solapaban con otras, o eran la continuación de alguna, y el recorrido se fue concretando. La cabra tira al monte, y recorrer toda la península por montañas era la ciclotopía a pedalear: buscar tramos chulos por lo más alto, sin volvernos locos, dividir toda la ruta en partes para facilitarla, rodar por trayectos ágiles para llegar y salir de las ciudades.
Y aquí está la primera ración. Comenzamos en Irun y pedaleamos por Los montes vascos hasta llegar a la cordillera Cantábrica y rodar un poco por Las Merindades. De aquí ponemos rumbo a Reinosa por las orillas del embalse del Ebro, y ascendemos el pico Tres Mares, techo de la ruta, con la última rampa en bici a más de 2000m. Tras el descenso cambiamos de cuenca hidrográfica por un tramo de Cantabria desconocida, y llegamos a Aguilar de Campoo. Seguimos por el Geoparque de Las Loras, y de aquí a la sorprendente Poza de la Sal, desde donde tomamos un trecho de la vía verde Santander-Mediterráneo para pedalear por La Bureba y acabar en Burgos. Total: 647 km.
Hecho el primer tramo, faltan otros dos. Manténgase a la escucha.