Pasé por delante un par de veces, cuando estuve explorando una de nuestras rutas más triunfadoras: Los montes vascos. Y como me gusta mucho visitar antiguas termas romanas, bañarme en termas y demás, me picó la curiosidad y bicheé un poco que rea el balneario de Elgorriaga. Hecho. Este verano me fui allí para darme mi correspondiente baño termal.
Estaba yo por las minas de Arditurri explorando una ruta muy friki (Lurpea: las cuevas vascas, próximamente en sus pantallas), me quedé en casa de un colega y al día siguiente ya estaba en Irun, pedaleando por la bonita vía verde del Bidasoa. En Bera una paradita, refrigerio y a rellenar agua; en Sunbilla me paré un rato a ver el lavadero hexagonal que han restaurado; y a Doneztebe llegué con 34ºC.
Me puse a rodar el Camino del Agua y a pesar de que vas por la sombra no me pareció muy atractivo para la bici: toboganes, rampas… La carretera local no tiene mucho tráfico y son 2 km hasta Elgorriaga. El nuevo balneario esta a la salida del pueblo, pero llegas por un paseo chulo a orillas del río. Justo antes está el Museo de la emigración vasca a America, que merece mucho la pena si quieres saber de aquellos migrantes navarros en el midwest americano… Curioso.
Cuentan los vecinos de Elgorriaga que en los terrenos en los que ahora se sitúa el balneario existía una venta, y sus propietarios se dieron cuenta de que el ganado vacuno se acercaba siempre a beber al mismo punto, y decidieron llevar a analizar aquella agua que sabía tan salada. Ya en 1846 se obtenía sal por evaporación, y en 1919 las aguas fueron declaradas oficialmente de utilidad pública. De entonces comenzó su antiguo balneario, que duró hasta los años 50 del siglo pasado. La guerra y la posguerra hicieron que de aquel balneario apenas haya quedado nada, excepto la antigua casa del guarda, reformada como sala de calderas y situada junto a las nuevas instalaciones.
Este balneario fue inaugurado en 2009, tras un acuerdo la Administración General del Estado, el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Elgorriaga. Sus aguas manan a una temperatura de 14-16º y para su baño se calientan hasta los 34º. Pero lo único de este manantial es que son las aguas mineromedicinales con mayor salinidad de Europa: (336g/l). A pesar de que se diluye el agua salada, es muy recomendable llevar gafas de buceo. Las modernas instalaciones cuentan con piscina, saunas, una curiosa cabina de nebulización, duchas de contrastes y lo que más me gustó fue la cabina de flotación. Con agua sin diluir y en un ambiente aislado la sensación de ingravidez es alucinante. Además hay un cómodo restaurante, un gimnasio, y solarium.
Un planazo termal para acercarse en bici por una vía verde desde Irun, que cuenta con buenas comunicaciones por tren y bus.