Las vías pecuarias ofrecen muchas posibilidades para viajar por la península. Ya lo habíamos comprobado muchas veces, y aunque casi siempre presentan tramos muy difíciles de rodar con alforjas, tienen la ventaja de poder rodar muchos km sin vehículos y por paisajes remotos, como hace poco descubrimos con la ruta De Cáceres a Badajoz en bicicleta.
Un fin de semana ayudé a un amigo a conocer más de cerca la producción ecológica de carne de Braman. Las y los interesados nos dimos un paseo por los alrededores de La Losa (Segovia) y nos enseñaron una Cañada Real. Cuando estaba explorando por Segovia la ruta de los cañones del Pirón y Viejo, ya veía los carteles del Camino Natural de la Cañada Real Soriana Occidental (CRSO). Y cuando rodamos la ruta de Soria Pura, por Calatañazor ya vimos carteles de la CRSO… Hmmm. Así se fueron fraguando las ganas de rodar por alguna cañada.
La primera exploración fue desde Segovia a Prádena. Me pilla cerca de casa y con la casa del colega como campo base fue fácil pedalear este tramo en un día. Y la segunda exploración fue desde Riaza a Segovia. Ya conocía un poco la zona y tras aparcar el coche en Riaza nos lanzamos un colega y yo a pedalear la CRSO. Por la mañana llegamos hasta Santo Tomé del Puerto y ni tan mal: varios toboganes y un par de rampas duras. De allí en adelante el itinerario se nos hizo imposible con alforjas: sólo para BTTeros…, ¡vete tú!
La tercera exploración ya fue desde Soria a Riaza. Una buena conexión y salimos de la ciudad por la vía verde Santander-Mediterráneo hasta Abejar. Unos km por asfalto para llegar a Aldehuela de Calatañazor y ya empezamos a rodar por la CRSO. Un par de rampas duras con piedra suelta, sabinares de lujo y nos desviamos al bonito pueblo de Calatañazor. Por carretera rodamos hasta Muriel de la Fuente, una pista y cerca de Abioncillo de Calatañazor retomamos la cañada, ganando altura hasta justo encima del Burgo de Osma. Descenso técnico y asfalto para llegar a la monumental ciudad a orillas del río Ucero.
Tras pasar Osma seguimos por buenas pistas hasta el Monte de Valdecastilla, con algunos tramos arenosos, y pronto llegamos a la atalaya de Quintanilla, con descenso técnico a San Esteban de Gormaz. Tras un descanso a orillas del río Duero la cañada atraviesa el Alto Turronero. Rampas explosivas con alforjas así que me desvío por Aldea de San Esteban para llegar a Peñalba de San Esteban. Aquí llega el tramo más punkarra. La cañada ya esta desdibujada pero se puede ascender a las Peñas Rodadas por una red de senderos en diferentes estados con algún tramo andando. Evitar este resalte supone muchos más km por carretera o rodar por la N-110. Yo creo que merece la pena, aunque es un entorno muy aislado y salvaje. Seguimos por otras vías pecuarias, por Fuentecambrón y retomamos la CRSO antes de Mazagatos. Unos km de secano y otras más de bosque de pinos nos llevan bien hasta Riaza.
Como aún me quedaban días libres continué hasta Santo Tomé del Puerto. La CRSO no es la única vía pecuaria que recorre estas tierras, así que bajé los humos y fuí hasta La Rades. Para continuar hay que seguir por un sendero impracticable y luego buenas pistas hasta Siguero. Y desde aquí seguir rodando buenas pistas y algún tramo de carretera por Sigueruelo y Casla hasta Prádena. Otra de cañadas.