Segovia, tan cerca de casa y con muchas amistades viviendo por allí, ha sido una zona que siempre me ha gustado mucho rodar. Gracias a que una colega me iba sugiriendo probar las Delicias segovianas pude descubrir la vía verde del valle del Eresma. En aquel momento sólo estaban acondicionados unos 50 km, de Segovia hasta Nava de la Asunción. Así que desde allí me iba a comer el famoso parro de Coca por la carretera. Pero ya en la primavera del 2019 se completaron los 21 km más que faltaban hasta Olmedo.
A lo largo del recorrido quedan algunas antiguas estaciones muy chulas, en bastante buen estado. Pasamos cerca del Cerro San Isidro, donde los amantes de la arqueología tienen para pasar un buen rato. Y muy cerca se encuentra Santa María la Real de Nieva, una localidad donde alojarse o tomar un buen refrigerio, y disfrutar del famoso claustro románico de su monasterio.
Un día con calma pasaba por allí con la bici en el coche y paré en Nava de la Asunción. Como es un recorrido que pertenece a Caminos Naturales se identifican muy bien los carteles ya en la localidad. La plataforma del antiguo ferrocarril está aprovechada por la nueva línea de alta velocidad entre Madrid y Valladolid, y el itinerario corre a tramos paralelo a la vía actual a lo largo de sus caminos de servicio. Lo mejor es el puente sobre el río Voltoya, ya cerca de Coca. Cerca de la antigua estación de tren se encuentra el curioso Cerebosma o Museo Nacional del Servicio Forestal, que se puede visitar con cita previa (reserva: 661334590). Ya desde Coca me regresé en bici por carretera.
Y otro día, tras visitar a un colega, me fui con mi burra a Coca y desde allí exploré el último tramo acondicionado. Un par de kilómetros después de la antigua estación de Coca se acaban los pinares resineros. Dejamos atrás el oloroso bosque y nos metemos de llenos en las extensiones mesetarias de cereal. Como antes, se alternan los tramos del trazado original con los caminos de servicio de la vía actual. Docenas de conejos se alarman desde las madrigueras que atiborran los taludes de la vía verde. Entre los páramos castellanos aparecen las torres de Olmedo. La histórica villa de los siete sietes nos invita a conocer sus murallas y el simpático palacio Caballero de Olmedo, donde sumergirnos en la clásica obra de Lope de Vega. Desde el principio al fin de la vía, todo muy cultural.