Por aquí no tenemos muchas vías verdes largas, de más de 100 km, sólo un par de ellas. Así que dándole vueltas se nos ocurrió unir unas pocas que estuvieran cerca y la mayor concentración está en el norte. Jugamos en casa. Uniendo cuatro vías verdes y unos cuantos carriles-bici nos salen 224 km de antiguas vías y 139 km de carreteras locales y algo de pista. Salen 363 km. No esta mal para rodar en seis días, con una media de 60 km/día.
Nosotras empezamos explorando la vía verde del vasco-navarro,y luego la del Plazaola-Leitzaran. Otro día que recorrimos la vía verde del Urola se nos vino la idea. Y a muchas de ellas se llega por maravillosos bidegorris, los carriles-bici que atraviesan las zonas urbanas de Donostia-San Sebastián, Iruña-Pamplona, Gasteiz-Vitoria y el valle del río Deba. Investigando los antiguos trazados descubrimos la vía verde de los ferrocarriles vascongados, que unía los valles del Deba y del Urola. Y el ramal de Oñati.
A lo largo de estos años fuimos puliendo la idea y sacando el mejor trazado. Evitando carreteras principales en lo posible y siempre que merezca la pena, siguiendo nuestra filosofía de seguridad vial. A veces el trazado de las vías verdes o del camino de Santiago desaconseja el esfuerzo y preferimos salir al asfalto. Donde encontramos las cuestas. El tramo desde Lekunberri hasta Estella-Lizarra es el más largo fuera de las vías. Mayormente en carreteras de poco tráfico.
Pero creemos que la ventaja de rodar por los más de 200 km de vías verdes y bidegorris ayuda a disfrutar del viaje en bicicleta. En este conocemos tres bonitas ciudades y seis bonitos valles, con sus seis bonitas sierras. Y por conocer: sus puentes, las torres medievales, los santuarios, salinas, y hasta ¡la patrona de los ciclistas!
Y se nos está ocurriendo otra…