Por este destino hemos pasado tres veces, ya que forma parte de la la ruta de don Quijote, que también estamos ultimando. Pero el valor natural único de este lugar bien merece una ruta exclusiva. El conjunto lo forman 15 lagunas que constituyen el valle del Alto Guadiana, a lo largo de 35 Km, y se disponen como peldaños de una escalera debido a sus formaciones geológicas: las barreras travertínicas. Este formación geológica constituye un paisaje único en la península, solo comparable a lagos de Plitvice de Croacia, declarados patrimonio de la humanidad.
El Parque Natural de las lagunas de Ruidera es una nota de frescor y casi de irrealidad en un extremo de la llanura manchega. Este parque tiene especial interés como lugar de nidificacion, y de parada durante las migraciones de muchas de las especies de aves acuáticas y anatidas. Esta diversidad de aves que pueblan el parque natural de las Lagunas de Ruidera, lo convierte en un lugar excepcional para la observación de aves, y nosotros hemos comenzado a ofrecer rutas temáticas. Así que ésta será nuestra primera ruta de avistamiento de aves.
En nuestra primera visita, un buen día salimos de Ossa de Montiel y al cruzar el río Alarconcillo, tomamos las pistas de la margen derecha que nos adentran hasta que llegamos al castillo de Rochafrida, de claro origen musulmán. La pista desemboca en la carretera que seguimos hasta la ermita de San Pedro y cruzamos de nuevo elrío para seguir por las pistas y caminos que rodean a la laguna de San Pedro. A la altura de la laguna Tinaja tomamos la carretera que nos lleva hasta Ruidera, bordeando las orillas de las lagunas. Aún quedan testimonios de cuando Carlos III, declaró a las lagunas como Real Sitio, en 1753, como la fábrica de pólvora del arquitecto Juan de Villanueva.
En nuestra segunda visita desde Villahermosa llegamos a la laguna Blanca, la última y desde allí rodamos por las pistas de la margen izquierda, pasando las lagunas Conceja y Tomilla, hasta llegar de nuevo a la laguna Tinaja. Este conjunto de lagunas, las denominadas “lagunas altas”, se encuentran situadas al nivel freático del acuífero. Por ello la Laguna Blanca y los manantiales situados en sus proximidades, se secan cuando el nivel de agua en el acuífero desciende. En los últimos años debido al escaso nivel del Acuífero 24, prácticamente se encuentra sin agua especialmente la laguna Blanca.
Y en nuestra tercera visita, exploramos el Alto Guadiana hasta las fuentes del principal tributario de las lagunas altas: el río Pinilla. Empezamos en el pueblo de Viveros y salimos por pistas hasta el barrio de Pinilla, donde la ermita se ha reconvertido en un Ecomuseo. Allí se puede ver uno de los manantiales saliendo de las raíces del árbol. Un poco más adelante encontramos las ruinas de las salinas de Pinilla. De allí tomamos pistas que atraviesan unos espectaculares sabinares donde de vez en cuado asoman unos corzos. Vamos bordeando campos de cereal, cruzamos de nuevo el río Pinilla y salimos a la laguna Blanca.
Esta vez, desde el molino del Ossero, tomamos la margen derecha. Estas centrales hidroeléctricas aparecieron desde hace más de cien años, para aprovechar los saltos entre lagunas y no es raro cruzarse con sus canales y tuberías, hoy en desuso. Las pistas nos ofrecen otras vistas magníficas de las lagunas, donde no paramos de ver chapuzones de patos. Llegando a la laguna Tomilla vemos las primeras urbanizaciones y los establecimientos. Lamentablemente, durante los 70s y 80s, este paraje natural sufrió el uso descontrolado de sus recursos: las lagunas de Ruidera vendidas por el Estado a particulares e inscritas en propiedad, con el consiguiente un desarrollo urbanístico desordenado, multitud de construcciones ilegales y playas artificiales, sin respetar el paisaje ni los márgenes de las lagunas. A mediados de los años ochenta, se puso freno a la urbanización del parque natural, y confiamos en que siga así por mucho tiempo.
Y aquí está nuestra primera ruta de birding.