La serranía de Cuenca es la mayor extensión boscosa del país, así que este magnífico escenario no podía quedarse inexplorado por Bicicletos Viajes. Ya comenzamos a explorarlo cuando visitamos la Ciudad Encantada. En la segunda visita nos fuimos a Palomera, un bonito pueblo en las hoces del Huécar, y rodamos por allí para conocer el nacimiento del río Huécar, y un poco más allá las espectaculares Torcas de Palancares. Sus 22 torcas, cada una con su propio nombre: de la Novia, del Lobo, de los Avellanos, Aliagosa, del Agua, del tío Agustín, etc., forman un conjunto geológico impresionante. En esta zona, toda la actúa como un inmenso colador del agua de lluvia que casi en su totalidad se infiltra hacia los. De ahí el nombre de “Tierra Muerta”, por la sequedad y la práctica ausencia de manantiales en esa zona, a pesar de tener unas precipitaciones abundantes.
Los pinares que atravesamos guardan algunos ejemplares singulares, como el Abuelo o el Candelabro. Son árboles monumentales con cientos de años de antigüedad. Unos pocos km más allá descubrimos las lagunas de Cañada del Hoyo. Como las torcas pero con agua. Eso sí, varían sus colores desde tonos azules, negros, hasta verdes, debido a los raros microorganismos, casi únicos en el mundo, que la habitan. Muy bonito. El conjunto lo forman 7 lagunas permanentes y 4 torcas, rodeadas de bosques, y hace las delicias de los aficionados al paisaje kárstico.
Pero nos quedaba un poco más por explorar. Así que repetimos y repasamos pistas para redondear el circuito. En esas descubrimos el yacimiento paleontológico de “Las Hoyas”, en donde se han descubierto algunos fósiles claves para explicar la evolución de dinosaurios a aves, como el dinosaurio más completo que se ha encontrado en España, bautizado con el nombre científico de Concavenator corcovatus. En La Cierva podemos ver una representación de tamaño natural del bichito. Y aquí supimos de la Ruta de los dinosaurios de Cuenca, una buena iniciativa que pronto veremos como explorarla en bici.
Un poco más allá volvemos a las lagunas, que ya conocemos y desde allí descendemos al pueblo de Cañada del Hoyo. El entorno ya es boscoso pero es un buen sitio para alojarse y resulta ideal para cerrar la ruta por las Torcas y volver a Cuenca.
Reflexión: Una buena solución para acercarse a rodar por Cuenca es tomar el tren regional de la Renfe que sale todas las mañanas de Madrid. Más cómodo y barato que el bus, pero que lleva bastaaaante más tiempo. El espacio habilitado para las bicis no es específico: un pequeño vestíbulo antes de la cabina trasera del conductor. NO CIERRES LA PUERTA, porque si no en la parada de Cuenca tendrás que pedir que te la abran, y no le gusta mucho al interventor. Así que tendrás que aguantar el ruido y el olor que salen de allí durante un par de horitas. Cosas de la Renfe.