Sol y luna en Madrid

El parque de las 7 tetas

El pasado 10 de Agosto nos fuimos Chema y Josetxu, a ver atardecer desde uno de los miradores de la ciudad más espectaculares: el parque de las 7 tetas. De nombre oficial Cerro del Tío Pío, estas 7 moles fueron construidas hace más de 20 años y nos ofrecen una de las mejores vistas de Madrid. Quedamos en el puente de Toledo, a la sombra del patrón Isidro, y tomamos las pistas del Madrid Río. Al otro lado, los parques acuáticos están a reventar de gente. Pero por donde nosotros rodamos está muy tranquilo. Un traguito de agua en la pasarela del nudo Sur. Desde aquí ya se ve nuestro destino: una mancha verde destaca en lo alto de una colina. Justo al entrar en el Parque Ribera Sur tomamos el anillo ciclista que no dejaremos hasta el límite entre Palomeras y Moratalaz. Pasamos el Manzanares y sus efluvios caracterítisicos y bordeamos por la mera calle Embajadores hasta tomar un túnel muy peligroso bajo las vías del tren. Está sin iluminación y con unas aceras estrechas y sin mantenimiento. Tras la pantalla comienza una subida tendida salteada de repechos a lo largo del Parque Lineal de Palomeras. Al coronar la primara cuesta larga nos tomamos otro trago y otro respiro admirando las chapuzas urbanísticas del sur de la capital: un PAU, un barrio fantasma de calles y farolas esperando la pŕoxima operación especulativa. Vuelven los faraones. Una bajadita deja descansar las piernas hasta la última rampa que nos deja en el puente de la Avda. Pablo Neruda. Dejamos atrás el anillo ciclista y seguimos por calles hasta llegar al parque. La tarde es inmejorable, solecito, brisa, hay multitudes esperando ver el ocaso y la salida de la luna llena. Por lo que se ve también hay anunciada lluvia de estrellas, algo ya más difícil de ver desde aquí. Un refrigerio y a esperar como se va el sol. La vista de la ciudad es fantástica: todo el skyline de Madrid recortado con la sombra de los edificios alumbrados por detras por un foco ya naranja. Se va Lorenzo y llega Catalina. Al poco de irse el sol aparece por detrás la luna llena. Pasa cada 28 días pero verlo desde aquí merece la pena. La vuelta la hacemos siguiendo los carriles bici que descienden desde Moratalaz a la M-30, que cruzamos por otra pasarela. Unas pocas calles nos dejan en el Parque del Retiro, que atravesamos hasta Atocha, donde nos despedimos.