Cómo podía faltar la vía verde de Ojos Negros, la más larga del país, con sus 167,5 km acabados y otros 27 más por acabar. Aunque en su tramo final en Sagunto, ya han comenzado las obras y además de llegar al puerto se abrirá una conexión con Puçol y la vía verde Xurra hasta València. A día de hoy, esta vía verde presenta una gran dificultad: la falta de alojamientos en su inicio. Tras la pandemia, el pueblo de Ojos Negros perdió su única casa rural y el albergue municipal, lo que dificulta aún más el viaje en bici y el desarrollo del turismo activo. Los problemas habituales en la España vaciada.
Como ya había rodado toda la costa mediterránea conocía los alrededores de València y la vía verde Xurra. Y hace tiempo hicimos la ruta del Alto Tajo, que parte de Teruel capital y llega hasta Sigüenza en Guadalajara. Más tarde, cuando me saqué el certificado de guía de itinerarios en bici hice las prácticas con Rutas Pangea y los acompañé desde Burgos a València por el Camino del Cid, y la vía verde de Ojos Negros.
A mi me gusta mucho Teruel y no dejo de acercarme a pedalear por este territorio cautivador. En primavera salí a explorar rutas y tomé un bus a la ciudad de Teruel. Tras unos 5 km por la N-420a, ya aparecen las características vallas de madera de las vías verdes y la antigua estación de tren de Teruel. Me dispuse a rodar en dirección norte por la vía verde y tras cruzar la autovía y la carretera nacional, el paisaje de choperas y plantaciones contrasta con el aeropuerto de Teruel y su desguace de aviones, la maderera de Cella y la cementera de Santa Eulalia antes de llegar a la estación de tren donde ahora acaba la vía.
A partir de aquí unos km más en pistas y otros pocos más por asfalto me llevan a Almohaja donde pude cargar agua, y en algo menos de 3 km en una ligera cuesta llegué al collado de la Casa del Lobo, desde donde comienzan los 15 primeros km de la vía verde acondicionados recientemente. Se pasa por las afueras del pueblo de Peracense, donde hay una fuente, y el inicio de la vía verde se encuentra al lado de la gran tolva de carga de las minas de hierro de Sierra Menera.
Y este pasado otoño volví de nuevo, esta vez a rodar la vía entera. Me bajé con la burra en Monreal del Campo, la población más cercana a Ojos Negros con opciones de alojamiento. Tras visitar los Ojos del Jiloca seguí por pistas hasta Ojos Negros donde pude hablar con la persona que gestionaba la casa rural Añil, y que amablemente me describió el panorama local… Pintan bastos. Luego rodé la carretera que pasa por el molino de viento y lleva al barrio minero y la Sierra Menera.
Otra vez rodé por el tramo nuevo del comienzo de la vía verde, las carreteras locales y las pistas, y la vía verde, pero esta vez, al llegar al cruce con la TE-V-9029 me desvié hasta Cella. En esta localidad se encuentra la fuente, un pozo artesiano construido por templarios en el siglo XII y que es reconocida como el nacimiento del río Jiloca. Un poco más adelante me volví a reincorporar a la vía verde y seguí hasta la antigua estación de tren de Teruel. A los pocos metros salí para buscar una buena conexión con la ciudad que evite la N-420a, y tomé la senda fluvial del río Alfambra hasta la ciudad. Mejor.
Para volver a tomar la vía desde Teruel, seguí la N-420a hasta pasar la rotonda bajo la autovía A-23 y tomé una pista que entre unas casas desemboca en la vía verde. Subida suave y continua hasta el puerto de Escandón, y descenso suave y continuo hasta el bonito pueblo de Albentosa, encaramado en un cerro sobre el río. Otra ligera subida hasta Barracas y acabé el altiplano para zambullirme en la cuenca del Alto Palancia, pedaleando una larga cuesta abajo que pasa por Caudiel y llega hasta Xèrica.
A partir de aquí la vía verde se comparte a tramos con vehículos, a tramos es un carril-bici y a tramos pedaleamos por la vía verde original. Así llegué a Torres Torres, desde donde rodé hasta Albalat des Tarongers, a tramos compartidos y por zonas residenciales y a tramos por el trazado original de la vía. Aquí ví la nueva pasarela, aún cerrada, que forma parte de las obras que van a acondicionar los últimos km de la vía verde. Yo continué hasta Sagunto por carreteras locales, y desde allí a Puçol y València, donde también ví las obras para acondicionar una conexión con la vía verde Xurra. Con estas obras acabadas se podrá pedalear más de 200 km seguidos de vías verdes entre València y Teruel. Ya queda menos.