Otra ruta gastronómica y otra ruta de 1 día. Esta vez nos vamos a Extremadura, a Casar de Cáceres, famosa por sus quesos, y en especial por la torta. Además, os recordamos que Cáceres fue la Capital Española de la Gastronomía 2015. Una ruta muy sencillita, que sigue más o menos la vía de la Plata para ir desde Cáceres al Casar, y regresa por el cordel del Casar, una antigua calzada romana. Fuimos a rodarla en diciembre, con un tiempo seco, cálido, espectacular. ¿Cambio climático?
El punto de partida es la plaza de toros de Cáceres, al norte de la ciudad. Tomamos la misma salida de la ruta de la Plata, pero justo desde los manantiales de Aguas Vivas, cruzamos la autovía y tomamos la ruta de la Sierra de Aguas Vivas. Subimos por un cordel que tras una cuestecita se une a una Cañada Real, que será la que nos conduzca hasta el Casar. Las encinas y las dehesas dejan espacio a los prados, abiertos y ralos por la ganadería intensiva de ovejas, cuya leche es la base de la mayoría de quesos de la zona.
Entramos en el Casar, construido a lo largo de la vía de la Plata. Se mantienen muchos arcos que unen casas a ambos lados de la calle. La renacentista iglesia de la Asunción nos muestra una curiosa colección de gárgolas. Ya nos enteramos que ese sábado el Museo del queso está cerrado 'por razones personales', así que nos dedicamos a buscar unas tortas del lugar. La oferta es amplia, pero al final acabamos comprando el queso en un supermercado inmenso del polígono industrial, donde un lugareño nos recomendó ahorrar unos euros por la misma calidad.
Regresamos por el cordel del Casar hasta el yacimiento de Cáceres el Viejo, o Castra Cecilia, un antiguo campamento romano, con capacidad para entre 6.000 y 12.000 hombres, que fueron enviadas allí para poner fin al díscolo pretor Sertorio, rebelde a la República junto a su dictador Sila. De aquí a la plaza de toros ya sólo nos resta una cuesta sencilla de un par de km. En Cáceres nos es fácil comer bien: tapas y cañas. Luego a descansar.
Reflexión: ¿Qué es lo que ha pasado en este país con los museos? Yo no digo que no sean necesarios pero, ¿y por qué tantos? ¿y algunos tan inverosímiles? ¿hay o no una burbuja de musas? Bien está que en cada rincón haya un centro cultural, de visitantes, o un museo dedicado a algún motivo 'local'. De hecho, nosotras los usamos bastante y solemos visitarlos para saber qué tal están y si merecen la pena. Pero en estos años de explorar la geografía peninsular, lo que podemos decir con seguridad que: a) no te fíes de los horarios que leas por allí; b) además, suelen cerrar los fines de semana y vacaciones, básicamente cuando el turismo se acerca a esos lugares; c) de los que funcionan, muchos necesitan un esfuerzo de mantenimiento; y d) algunos funcionan con cita previa, que bien mirado, es una buena solución a la escasez de recursos. Eso sí, las placas de las instituciones que han colaborado están todas en la entrada: fondos europeos, Comunidades, Ayuntamientos...