Explorando la ruta del Geoparc de Catalunya Central salimos de Manresa por el parc de l’Agulla. Que sitio tan chulo, público, arbolado y un estanque donde practicar piragüismo, pescar, con su zona de vegetación, sus patitos... Allí supimos de la famosa sèquia de Manresa. Esta acequia data del siglo XIV e inicialmente se pensó para el abastecimiento de agua de la ciudad. Con el tiempo y el desarrollo industrial de la capital del Bages se multiplicaron sus usos y en la actualidad aún funciona para su aprovechamiento agrícola.
En nuestra ruta por el Geoparc rodamos unos pocos km por la sèquia en nuestro camino a Súria, y nos atrajo el cuidado entorno, su construcción y sus posibilidades como una interesante ruta familiar. Así que aprovechamos una tarde y nos rodamos los 30 km entre Manresa y Balsareny.
La ruta de la sèquia comienza en el parc de l’Agulla, donde podemos dejar el coche e incluso desayunar en su restaurante. Al principio atraviesa una zona de desarrollo agrícola, pasando cerca de aldeas con algún rincón interesante que ver, como el Mas de Sant Iscle, o el Aiguamoll de la Bòbila. En Santpedor podemos apreciar la Casa del Sequiaire, en muy buen estado de conservación. Algunas encinas centenarias se alinean en el recorrido.
Ya en Santa Anna de Claret un polígono industrial rodea la sèquia. Para evitar el peligro del cruce de la carretera BV-4511, mejor optamos por rodar por el arcén hasta la rotonda y retomar el recorrido tras el polígono. Nos acercamos a la ladera y comienzan unos tramos de bosque mediterráneo muy guapos. A la altura del Mas de les Coves hay un túnel que nos obliga a subir hasta la masía y bajar un tramo inclinado que supone la mayor dificultad técnica del itinerario.
Nos acercamos a las minas de potasa de Sallent del Llobregat, hoy cerradas. A pesar de la importancia de esta industria minera, la sèquia se respetó y enterró. Aquí el recorrido ha perdido gran parte de su encanto natural. A cambio, nos ha dejado al descubierto la falla del Guix, unos plegamientos de yeso que nos muestran el pasado geológico de esta comarca.
Dejamos el pueblo de Sallent atrás y recuperamos el color verde. Aquí la sèquia se talló en las laderas de las montañas y son más frecuentes los viaductos y otras infraestructuras. Al llegar a Villafruns tenemos que cruzar la carretera C-1411a, rodando unos metros por el arcén en dirección contraria. Brrrrr. Es un cruce peligroso y comprometido que necesita una solución adecuada.
Al llegar a Balsareny pasamos bajo el viaducto de la autovía C-16 y entramos en una zona de huertas. La sèquia se oculta, el camino se estrecha y hay que pedalear con cuidado. Pasamos algunos puentes y cruces de caminos. Merece la pena. Rodamos por un bosque de ribera remontando el curso del río Llobregat hasta el azud y la resclosa del manresans. Entre Balsareny y Manresa hay unos pocos buses que nos permiten regresar con nuestras bicis. Un planazo para pasear en bici en familia.