Este mes de Julio nos fuimos a explorar otra ruta a Euskadi. Elegimos algo sencillito, la vía verde del ferrocarril Vasco-Navarro, que llegó a unir Zumárraga, en el corazón de los valles mineros guipuzkoanos, con Estella, a orillas del río Ega, ya en Navarra. Nos apuntamos Itziar, Isabel, y Josetxu. Isa es nuestra traductora al francés y nos ayuda con nuestra website.
Llegó Josetxu primero y pasó tres días rodando entre Vitoria y el mirador del Nervión, por los parques naturales del Urkiola y del Gorbea, explorando otras rutas que ya os contaremos más adelante. El viernes por la noche nos juntamos todas en Vitoria-Gasteiz y nos quedamos en casa de nuestro colegazo Sejo. Muchas gracias Jose Luis.
Al día siguiente, con bochorno, salimos de casa. Primero unos cuantos carriles bici por Vitoria-Gasteiz, la cuca capital de Euzkadi, y ya a las afueras encontramos el inicio del siguiente tramo del vasco-navarro. Firme compactado y primeras masas de robles y hayas a los pocos km. La sombra la abren los campos de cereales, que por estas latitudes aún aguantan la cosecha. Nos dimos un descansito y un refrigerio en Erentxun. La decoración del antiguo lavadero nos habla de otros tiempos, de más sacrificios y más población. Ahora el péndulo va en dirección contraria. Vamos ganando altura y aparecen las primeras balsas que recogen el agua para el regadío. A la altura de la balsa de Ullibarri la vía se cierra, pues el túnel de Laminoria esta cerrado, y el itinerario continua por el bosque. En un par de rampas duras llegamos a una carretera y la continuamos hasta coronar el puerto de Ullibarri. Ya en la bajada tomamos las pistas que atraviesan las canteras. Es sábado y no hay tráfico pesado, sólo una docena de ciclistas y algún senderista. Ya en la ermita de Santo Toribio volvemos a nelazar con la vía verde. Una subidita y un par de km, con túnel iluminado incluido, nos llevan hasta Maeztu. Aquí pasamos la noche en la casa rural Izki, buen alojamiento y buena jamada.
El domingo tempranito vuelta al pedal. La vía cruza varias veces el río, la carretera, y puede llegar a ser fácil perderse. En Antoñana está el centro de información, instalado en un antiguo convoy de Eusko Trenbideak. Los videos molan mazo, y nos cuentan la historia del Anglo-Vasco-Navarro, el trenico, así como los recursos naturales de la zona. Merece la pena la visita. La vía sigue el curso del río Ega. En Atauri hay un viaducto y un túnel que nos hablan del esfuerzo realizado para llevar el tren a estas zonas. Salimos de la montaña alavesa y nos metemos de lleno en las vegas del río, ya en Navarra. Al pasar Murieta rodamos unos km y la vía llega acaba en la carretera. La NA-132 tiene buen arcén, pero hay bastante camión. Para los que quieran seguir rodando tranquilamente hay que tomar la pista que sube a mano izquierda, que tras un par de km llega a Zufía. Otro par de km más de pista nos llevan hasta Zubielqui, desde donde se puede retomar el último tramo de vía verde hasta Estella-Lizarra. De premio, menú en el Katxetas, en 'lo viejo', y vuelta a casa.