Rodando por la ruta del Alto Tajo, nos dimos cuenta que otros ríos importantes de la península nacen a poca distancia y en la divisoria de las vertientes atlántica y mediterránea. Así que decidimos volver a estos montes para explorar las muchas pistas y muchas rampas que separan seis nacimientos de ríos. Se apunta nuestro amigo Magtan y nos plantamos con nuestras burras en Molina de Aragón. Los primeros metros siguen el Camino del Cid por Castilnovo y Chera. El cielo se encapota y caen las primeras gotas, que ya son lluvia al llegar a Tordellego.
El paisaje de campos de secano empieza a ceder al sotobosque y los primeros pinares. Pasamos Adobes y Salustante. En Orihuela del Tremedal nos llega nuestro primer puerto de montaña. En esta sierra del Tremedal nace el río Gallo, con su chistosa fuente en el pueblo. Ganamos altura en medio del chaparrón. Nos refugiamos en el “río de Piedra” hasta que cede un poco la lluvia. Una vez arriba continuamos por carreteras forestales que suben y bajan por los pasos entre las típicas muelas que forman los montes Universales. Pasamos Griegos y llegamos a Guadalaviar. Amado nos ayuda con la llave del refugio municipal donde podemos pasar una noche calentitos secándo todo el equipo. El nacimiento del río Guadalaviar, que cambiará de nombre a Turia en tierras valencianas, está cerca.
Un fuerte dolor en la rodilla derecha nos fuerza a cambiar de planes: Magtan se va por la furgo y yo sigo en bici. Punto de reencuentro: Tragacete. Continuamos explorando estos ríos, al lado del río Tajo nace el río Cabriel, pero debido al terreno no reaparece hasta El Vallecillo. Ya desde el monumento al Tajo seguimos por nuestra conocida ruta del Alto Tajo. Unas cuantas pistas pedregosas nos llevan desde el puerto del Cubillo hasta el nacimiento del río Júcar. No aparece el agua hasta el estrecho de San Blas, y allí esta mi compi con la chasca funcionando y el almuerzo calentito. Pasamos las noches lluviosas en los refugios de la zona y desde Tragacete exploramos más pistas, como la de las Acebeas, para conectarnos con el nacimiento del río Cuervo. Volveremos en época seca.
La segunda visita fue con el Magivagante. Una semana de tiempo seco en invierno nos pasamos a rularun poco por la Alcarria, luego por los Palancares, y finalmente llegamos a la serranía de Cuenca. Desde el refugio del Alto del Sarracín pedaleamos las pistas que enlazan el río Cuervo con el Tajo, y por la tarde las que van desde el monumento al Tajo hasta El Vallecillo. Allí conocemos los ojos del Cabriel. Para ir cerrando el itinerario nos vamos a Frías de Albarracín y luego por las pistas del puente de las 3 provincias hasta Checa. Una fría noche en el refugio de la Fuente de los Vaqueros, “el chalet” de nuestro colega Juli, con chimenea, cristales en las ventanas y todo, para descansar. Al día siguiente seguimos pistas entre sabinares, llegamos a Tráid, y luego a Torremochuela. Volvemos al paisaje de campos abiertos del señorío de Molina, y a Castilnovo, cerrando el círculo de nuevo en Molina de Aragón.