Por tierras de pinares

El Camino Natural de Campo Azálvaro

Hemos ido unas cuantas veces a rodar por los pinares de la sierra de Malagón. Creemos que son de los mejores escenarios para rodar cerca de Madrid. Creo que esta es la cuarta vez que nos metemos por sus pistas y caminos para ir trazando una ruta desde El Escorial hasta Ávila. El primer día lo pasamos rodando entre pinares hasta Navas del Marqués. Esta zona está resurgiendo con mucho esfuerzo para retomar la producción de resina, con una historia de más de 150 años en la región. Ya desde aquí continuamos por los últimos bosques de pinos hasta que el paisaje cambia radicalmente.

Llegamos a Navalperal de Pinares y salimos por cañadas que atraviesan extensos prados y dehesas dedicados a la ganadería. Las pistas se convierten en sendas y algunos tramos se complican: praderas encharcadas, vadeos de arroyos, huellas de ganado, piedras sueltas y algo de barro. Hay que sacar a relucir la mejor técnica y poner un desarrollo bien largo para evitar poner el pie a tierra. Abrimos y cerramos varias puertas para ir atravesando los pastizales donde ramonean varias reses avileñas, famosas por su carácter imprevisible. NOTA: Si queremos seguir practicando cicloturismo de forma segura y en concordia con la población local, DEBEMOS dejar cerradas todas las puertas, y no molestar al ganado.

Ascendemos hasta el pico de Valdihuelo, a 1528 m, que forma parte de un parque eólico y desde donde con algo de suerte podemos ver buitres leonados y alguno negro. Toda esta zona esta integrada en la red Natura 2000, por la importancia de sus poblaciones de aves. Seguimos hacia el norte y dejamos atrás los molinos para zambullirnos en los páramos abulenses por sendas poco marcadas, hasta que las pistas y unas cuantas puertas nos sacan de las granjas ganaderas y llegamos a Urraca-Miguel. Desde aquí tomamos el Camino Natural de Campo Azálvaro, asfaltado, y que sigue la cañada real soriana occidental. A través de dehesas y roquedos llegamos a Bernuy-Salinero y nos desviamos unos metros a visitar el dolmen del Prado de las Cruces. Este megalito ha servido de tumba a cientos de generaciones desde hace más de cuatro milenios... ¡ahí es ná!

Desde Bernuy seguimos el camino natural que nos lleva por la última dehesa de encinas hasta los alrededores de la ciudad amurallada. Hace buen tiempo y lxs vecinos de Ávila salen a disfrutar de la tarde en los paseos que circundan esta espectacular muralla medieval. Nosotros regresamos en tren a Madrid. En esta vía no ponen pega para llevar bicis en sus trenes regionales y de media distancia. Eso sí: llevar la bici cuesta 3 pavos si el billete es de más de 100 km. Más info oficial sobre la combinación bici+tren.

Aquí la ruta: